18 dic 2022

29. Una imagen especular

Suena el despertador, me levanto y veo mi imagen reflejada en el espejo del dormitorio, lo mismo sucede al pasar junto al del salón y de la misma manera en el del baño, me miro a través de él y me veo a mí mismo, exactamente igual, sin embargo hay una diferencia que pasa desapercibida y en la que no solemos reparar. Al otro lado del espejo no todo sucede exactamente igual, en realidad lo más exacto es decir que todo sucede exactamente al mismo tiempo pero nada es igual. Cuando frente al espejo levantas tu mano derecha, tu reflejo es la izquierda la que alza y cuando te vas, tu imagen te sigue pero si tu lo haces hacia tu izquierda, la imagen lo hace hacia su derecha. Suponemos que es un reflejo, tan cotidiano y normal que ni siquiera reparamos en ello


Lo que no parece más que un reflejo en realidad es una vida paralela que fluye idéntica a la nuestra pero en la que todo sucede al revés, si tropiezas con una piedra en un camino, en ambos lados te hará caer, pero la herida que te deje estará justo al revés. Los espejos son el punto de conexión entre ambas vidas, son los vértices donde convergen y por lo tanto donde se encuentran


Lo que a continuación voy a contar no se aleja de la verdad, lo he aprendido por mí mismo, te lo puedo asegurar. Un día, sin razón ni motivo aparente me sucedió algo que encontrarás sorprendente. Quedé tan desconcertado, perplejo y desorientado que me costó reaccionar, lo que voy a relatar cuesta imaginar, pero si no lo crees, si dudas o desconfías tú mismo lo puedes comprobar, ponte frente a un espejo, mírate y verás, tu imagen hace exactamente lo mismo, bueno, en realidad nada es igual, muéstrale un papel, inténtalo leer, no podrás, las letras están... al revés. 


Me afeité, me limpié la cara, me sequé, de nuevo me miré a los ojos para verme a mí mismo antes de salir y vi a través del espejo cómo me daba la vuelta. Durante una fracción de segundo no encontré nada anormal, pero... al cabo de un instante me estremecí, ¿cómo podía ver mi propia espalda reflejada en el espejo?, ¿cómo podía verme ir?, ¿cómo mi imagen se daba la vuelta sin mí?. Un latigazo me recorrió hasta la nuca y un escalofrío el cuerpo entero, ¿qué estaba viendo?, ¿irme a mí mismo?. Mi imagen salió del baño y yo me quedé allí, boquiabierto, con la luz apagada, sin a penas respirar, confuso, desconcertado


Puse la mano sobre el espejo y lo atravesó, pasó al otro lado, un nuevo estremecimiento casi me hace perder el sentido, pero no me detuve, pasé mi brazo, no lo pensé más, me apoyé en el mármol del lavamanos y salté al otro lado, salí al pasillo y allí estaba yo, de espaldas andando hacia la puerta de salida, el pasillo era idéntico, pero todo estaba al revés, la puerta de la cocina estaba a la derecha, las fotos colgadas en la pared del pasillo, al revés. Me costó pronunciar las palabras, pero levanté la voz y dije ‘Hola!’, en ese momento, me giré, es decir la imagen que había abandonado mi baño sin mí, se giró, me miró y lo más sorprendente, no se sorprendió

— Hola, — Me replicó 

— ¿Cómo que hola?, ¿hola?, así ¿sin más?, ¿no te sorprende?, ¿te parece normal? 

— ¿Qué es lo que me tiene que sorprender? 

— Eres mi reflejo, te has ido sin mí, estamos hablando ¿te parece normal? 

— Perdona, yo no soy tu reflejo, tú eres mi reflejo, tú eres quien está al otro lado del espejo, tú eres el que copias mi vida, el que me sigues allá donde vaya

— ¿Yo?, pero qué estás diciendo, esta vida es mía, tú simplemente eres el reflejo en un cristal, no existes, no eres más que una imagen especular, luz que choca con un espejo y se refleja

—Los del otro lado sois egocéntricos, pensáis que el mundo se mueve alrededor vuestro, que controláis vuestra vida, que hacéis lo que queréis, que sois libres de moveros y de ir a un sitio y otro, pero te diré una cosa, ni siquiera sabéis porqué os movéis, ni dónde vais, simplemente vais sin más, vosotros sois el reflejo

— No lo puedo creer, no es verdad, me estás engañando, tú eres mi reflejo, tú sigues mis movimientos, tú te mueves cuando yo me muevo

— Pobre iluso, ni siquiera te das cuenta que nada de lo que haces es por ti mismo, crees que es por tu voluntad, crees seguir tus pensamientos pero no haces más que deambular de un lado a otro sin saber porqué


Cuando pones tus dedos en un espejo, no estás tocando un delgado cristal tras el que hay una fina capa de plata reflejante, lo que tocas son los dedos de tu otro ser, que habita tu misma vida en el mismo instante pero que se mueve al revés. En realidad ambas partes son un reflejo, ninguna de ellas se mueve por sí misma, ambas están en lo cierto y ambas equivocadas


JM Paredes

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