18 dic 2022

37. La conjetura de Fermat


Salí de la habitación del hotel distraídamente, iba pensando en mis cábalas, que por cierto nunca me han llevado a ninguna parte, bueno, en esta ocasión sí me llevaron a algún lado, pero no exactamente al que yo había imaginado 

Ya en la calle y después de andar un buen rato, me di cuenta que no he cogido la cartera, salí tal cual, cerré la puerta de la habitación y se me olvidó coger hasta la tarjeta para abrir después, no pasa nada, pensé, termino de dar el paseo y cuando llegue al hotel digo en recepción que se me ha olvidado la llave y me darán otra. Este pensamiento me relajó y confiado sigo caminando entusiasmado en mis cábalas, que como he dicho, nunca me han llevado a ninguna parte, excepto esta vez, que me hicieron pasar una noche inolvidable

Esos días estaba leyendo un libro titulado "La conjetura de Fermat", Fermat era un tipo de esos que se dedica a estudiar los números, es conocido por la conjetura de Fermat, según parece es como el teorema de Pitágoras, lo de la suma de los cuadrados, este tipo pensó que pasaría con suma de cubos en lugar de cuadrados, después de rebanarse los sesos durante años, descubrió que no había ningún número que al cubo fuera la suma de los cubos de dos números y averiguó la forma de demostrarlo, pensando en esto, en realidad, en lo que pensaba no era en el problema en sí, que me importa bastante poco, lo que pensaba era como un tipo puede perder tantos años de su tiempo en tonterías de esa índole

No sé cuánto tiempo pasó ni cuantos pasos di, ni por qué calles andé, pero a juzgar por lo que me dolían los pies, debería haber sido mucho, además ya estaba oscureciendo y el estómago me recordaba con un pellizco que le echara algo de alimento, a ser posible que estuviera bueno. Me di la vuelta y caminé sobre mis pasos, bueno, eso era lo que yo pensaba, porque la verdad es que no tenía ni idea de por dónde iba, tan abstraído estaba con lo del Fermat que ni siquiera me fijé por qué calles había pasado o qué esquinas había doblado, estaba perdido. No es que me viniese de sorpresa, al GPS del coche lo traigo aburrido de recalcular rutas, a veces llega a decirme "ya está bien tío...", lo reseteo y ya está, pero ¿ahora qué hago?, me paro a preguntar a alguien y me quedo balbuceando intentando recordar el nombre del hotel o de la calle, no me acuerdo por más vueltas que le doy, se me ha ido, ha desaparecido, Fermat me lo ha borrado

Sigo andando intentando recordar alguna señal por donde he pasado antes, pero nada, absolutamente nada, ya empiezo a desesperarme, son más de las once y sigo perdido, sin recordar el nombre del hotel, ando y ando y el tiempo sigue pasando, el estómago ya me pellizca con fuerza y dice que le da lo mismo lo que le eche, pero que le eche algo, la cartera se me ha olvidado, no tengo nada, ni identificación, ni dinero, no me acuerdo del nombre del hotel, hay que joderse, pasar la noche en la calle por perderse

Harto de patear las calles solitarias de madrugada, desmoralizado y encolerizado, con los pies destrozados de andar y el estómago martirizándome con un pellizco cada vez más apretado, mi única reacción es mirar cabizbajo al suelo y negar con la cabeza al tiempo que maldigo el Fermat de los ... y a la madre que lo ... 

Al final tuve suerte, a eso de las seis de la mañana, me doy de bruces con el hotel y pienso, "anda mira que suerte... aún tengo tiempo de ducharme antes de irme al trabajo"

He tenido que esperar unos seis meses antes de poder escribir esto, porque era acordarme de Fermat de ..., y darme un escalofrío y una tiritera que no acertaba con las teclas

JM Paredes

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